La articulación temporomandibular (ATM) es una estructura compleja que conecta la mandíbula con el cráneo y permite movimientos como abrir y cerrar la boca, masticar y hablar. Los problemas en esta articulación pueden causar dolor, limitación en el movimiento y otros síntomas. La fisioterapia en la articulación temporomandibular (ATM) es un enfoque terapéutico para tratar trastornos temporomandibulares (TMD) y otras afecciones relacionadas.
Los fisioterapeutas especializados en la ATM realizamos una evaluación exhaustiva que incluye la historia clínica del paciente, pruebas de movimiento de la mandíbula, evaluación de la postura y examen de la musculatura facial y cervical para determinar el origen del problema.
Empleamos técnicas de terapia manual para aliviar la tensión muscular, mejorar la movilidad de la mandíbula y liberar las articulaciones temporomandibulares.
Además, prescribimos ejercicios específicos para fortalecer y estirar los músculos que afectan la ATM, lo que ayuda a mejorar la estabilidad y el funcionamiento de la articulación.
1. Evaluación detallada: Los fisioterapeutas especializados en la ATM realizan una evaluación exhaustiva que incluye la historia clínica del paciente, pruebas de movimiento de la mandíbula, evaluación de la postura y examen de la musculatura facial y cervical para determinar el origen del problema.
2. Educación sobre la condición: Una parte importante del tratamiento es educar al paciente sobre su condición, explicar los factores desencadenantes y enseñar técnicas de autoayuda, como ejercicios de relajación muscular y posturas adecuadas.
3. Terapia manual: Los fisioterapeutas pueden emplear técnicas de terapia manual para aliviar la tensión muscular, mejorar la movilidad de la mandíbula y liberar las articulaciones temporomandibulares.
4. Ejercicios terapéuticos: Se prescriben ejercicios específicos para fortalecer y estirar los músculos que afectan la ATM, lo que ayuda a mejorar la estabilidad y el funcionamiento de la articulación.
5. Modalidades de tratamiento: Se pueden utilizar modalidades como la terapia de calor o frío, la terapia de ultrasonido y la electroestimulación para reducir el dolor, la inflamación y mejorar la circulación en la zona afectada.